El sueño europeo de muchos latinoamericanos se ve frenado, ante la realidad vivida en los suburbios españoles.
La idea de emigrar a un país extranjero en busca de un mejor futuro no siempre es la idónea, mucho menos al llegar a una colonia latina en la que se vive la misma violencia que en su país de procedencia.
La historia de José Antonio Méndez Méndez cambio de rumbo hace cinco años, antes de caer preso en Barcelona acusado de asesinato del joven de 17 años , Ronny Tapias, nativo de Colombia.
Este dominicano, un muchacho trabajador en mecánica en su antiguo Santo Domingo (República Dominicana) emprendió un viaje a España con la añoranza de sobresalir en su carrera y huir de la pobreza.
Al llegar fue absorbido por bandas callejeras, como los Ñetas y los Latin Kings, quienes están creando alarma y temor a los ciudadanos, quienes desconocían estos tipos de grupos y sus andanzas.
La foto del joven asesinado apareció por días en las portadas de los periódicos españoles, ocasionando por primera vez tanta atención a la muerte de un latino. La puñalada a sangre fría que acabó con su vida develaba una forma de justicia desconocida hasta entonces en el país.
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